El pasado 8 de septiembre, el Colegio especial Amapolas de Ñuñoa cumplió 51 años de vida entregando educación a niños y niñas con Parálisis Cerebral, Mielomeningocele, Distrofia Muscular progresiva, Traumatismo, Deficiencia Mental, entre otras, de 23 comunas de la Región Metropolitana. El viernes 9 de septiembre, la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos asistió a la celebración junto a la directora de Educación (s) de la Corporación Municipal de Desarrollo Social, Denisse Chomalí.
En la instancia, las autoridades compartieron con apoderados y apoderadas y cerca de sesenta alumnos y alumnas del colegio, quienes realizaron una exposición artística inspirada en distintos exponentes del arte mundial, como es el caso de Vincent Van Gogh, Fernando Botero, Yayoi Kusama, entre otros. Además, expusieron sus emprendimientos de condimentos, estampado, aderezos, pinturas en stand para vender.
Uno de los temas centrales tratados en la actividad fue la manifestación del gran anhelo, tanto del colegio como de la Municipalidad, de garantizar el Derecho a la Educación para niños y niñas de escuelas especiales por parte del Estado en aspectos esenciales como son el derecho a cuidadores/as pagados, ya que gran parte de las madres o abuelas de los alumnos y alumnas no pueden trabajar remuneradamente por la demanda que significa el cuidado de sus hijos/as con necesidades especiales severas; y el derecho a transporte.
Denisse Chomalí, directora de Educación (s), se refirió a la importancia de esta celebración para los alumnos y alumnas luego de dos años de pandemia. “Estos años de pandemia no han permitido que se pueda celebrar. Como la escuela tiene estudiantes en situación de discapacidad ha sido aún más complejo poder estar reunidos. Este ha sido un hito muy relevante. El Derecho a la educación se le debe garantizar a todos nuestros niños y niñas y por eso estamos trabajando, estamos con ellos y seguirán siendo una escuela prioritaria para nuestra gestión”.
Luego de años, gracias a las gestiones de la Corporación de Desarrollo Social, se pudo resolver el tema del “Código Azul” y la relación con el CECOSF: Amapolas recibe niños con traqueotomías y otras condiciones de riesgo, pero que demandan igualmente derecho a la educación. El Cecosf aledaño no se sentía con las posibilidades (instalaciones y equipos de resucitación, por ejemplo) para hacerse responsable de la atención de emergencias entre alumnos y alumnas de la escuela. Por esto, la CMDS medió para la contratación de un enfermero universitario permanente en el colegio, que inició labores en septiembre.