Este miércoles 16 de noviembre, la alcaldesa Emilia Ríos junto a las Direcciones de Medio Ambiente, Seguridad Pública y Desarrollo Comunitario, además de la junta de vecinos y la comunidad del barrio Suárez Mujica, inauguró las 61 nuevas luminarias de la Unidad Vecinal 10. El proyecto busca devolver el espacio público a las personas, darle vida a lugares que se han dejado de utilizar y poner en primer plano la seguridad de los ñuñoínas y ñuñoínos.
Este trabajo que fue elaborado en primera instancia gracias a la información aportada por vecinos en el dispositivo de participación Ñuñoa Tu Barrio y en segunda instancia por la Mesa de Alumbrado Público del municipio, tras caminatas nocturnas por el barrio junto a la comunidad, contó con una inversión municipal de más de $32 millones y 61 nuevos puntos lumínicos. En ambas instancias se identificaron puntos críticos en el tema de seguridad de los cuales se generaron tres proyectos de mejoras de luminarias, siendo el principal la calle Miguel Claro en el tramo entre Avenida Irarrázaval y calle Rengo.
Al respecto, la alcaldesa Emilia Ríos se refirió a la importancia del trabajo mancomunado con la comunidad. “¿Qué hacer cuando en una comuna de infinitas necesidades la mayoría de ellas es urgente y cuenta con recursos limitados? La opción de esta administración es priorizar con la comunidad. Hoy lo que estamos haciendo es ponernos al día. Anualmente el municipio dispone de $900 millones para cambio de luminarias, la inversión que hicimos en este barrio fue de $32 millones para recuperar el espacio público y la tranquilidad de vecinas y vecinos”.
Estos proyectos son simbólicos de la intervención que se quiso realizar en el sector y representan una respuesta concreta a una demanda histórica de la comunidad. Además se habían producido robos y diversas incivilidades que motivaron la gestión del Dispositivo Nocturno de la Mesa de Alumbrado Público en conjunto con la Dirección de Seguridad Pública, en específico, en su Equipo de Prevención Comunitaria. La apuesta en este caso fue instalar 61 luminarias, entre viales y peatonales. La calle Miguel Claro fue iluminada a lo largo de 650 metros, cubriendo más de dos tercios de su longitud total.
Las nuevas luminarias permiten ahorrar consumo eléctrico y requieren de mucho menor mantención, puesto que fallan mucho menos que las postaciones de sodio, y por su diseño son difícilmente vandalizables. Además, cumplen con los más altos estándares tecnológicos. Todos los proyectos ejecutados se realizan a base de un cálculo lumínico que permite recuperar los espacios, calculando entre cada proyecto a desarrollar el menor espacio de sombra posible.